Represión y terror, constantes en Colón (Panamá)


CAROLINA A. IDROBO
Heridos, presos sin ley y una niña en estado grave. Policía dio gas y palos en otra jornada de terror
 
Represión y terror, constantes en Colón
VÍCTIMA. Este indigente, que quedó en medio del fuego cruzado de la fuerza policial, fue recluido en el Hospital Manuel Amador Guerrero. Foto: Jaime Cordero | El Siglo
2012-10-23 — 12:00:00 AM — COLÓN. En Colón no hay Estado de derecho. Policías disparan, tiran gases lacrimógenos, golpean a manifestantes. Hubo detenidos sin orden. Una comisión de abogados intentó darles defensa, pero fue imposible. No hay garantías.

Ayer se vivió otra jornada de terror. A las 9 de la mañana la policía comenzó a disparar sobre la marcha del pueblo colonense, convocada por organizaciones sociales y sindicales en rechazo de la Ley 72. Las más de 100 personas que repetían la consigna ‘la tierra no se vende’ por la calle 10 central rumbo a la calle 2, recibieron olas perdigones

En los edificios resonaban pailas. En las calles, explosiones de basura, humo y fuego. Corridas y gritos.

La gente resistió aunque el encuentro con policías significaba la cárcel. No faltó mucho para que empezaran los apresamientos. Mario Cabrera, las hermanas Deika y Florencia Rodríguez, Domitilo Palacio, José González, Adme Bárcenas, Luis Alabarca, Román Rodríguez, detenidos. El dirigente barrial Jorge Luis Almengor tuvo que huir cuando la policía ‘forzó la puerta sin ninguna orden de allanamiento y le golpearon la cabeza’, según denunció su esposa mientras mostraba los destrozos de su casa. Algo parecido sufrió otro dirigente, Virgilo Ávila, apresado, golpeado y encerrado, según narraron sus compañeros.

A las 10 de la mañana la comisión de abogados recibía los primeros nombres de heridos, detenidos y los informes de más allanamientos ilegales. Registraron cada dato que llegaba, con la esperanza de que en algún momento las institución responda en Panamá.

Una hora después, la marcha se calentaba: la gente debía correr, más heridos y detenidos.

A LLORAR A LA IGLESIA

Mientras tanto, en el barrio La Feria cien personas resistían los ataques del Senafront, según contó el tío de ‘Pelón’, el niño muerto por una bala el viernes pasado, cuando empezaron los enfrentamientos. Y así en cada barrio de la ciudad que alberga el meganegocio de la Zona Libre y padece los peores índices sociales del país.

‘¡Unidad, unidad!’ decían las consignas. ‘La lucha es peleando’, agregaban. Eran cientos en María Chiquita; otro tanto en Buena Vista, N uevo San Juan y el 20.

En cada esquina el sonido del metal. ‘¡Dispararon a mansalva!’, contó con los ojos llorosos la profesora Yara Fiengo, que tuvo que refugiarse en la Iglesia San José, sobre la calle 10 y Avenida Central, con un pañuelo con vinagre en la nariz para protegerse del gas irritante.

Esa iglesia, epicentro de encuentro entre organizaciones sociales y líderes de la ciudad, fue cercada luego de que los policías dispararan a los muchachos y la multitud respondiera.

‘Un policía herido es suficiente para que arremetan con toda su fuerza y ya hay un niño muerto, no queremos más víctimas’, decían preocupados los abogados de la comisión. Y es que allí, en la San José, donde se negociaban los asuntos de derechos humanos y recibían los nombres de las personas heridas, desaparecidas, detenidas, empezó a entrar la gente asustada tras los ataques policiales.

‘A la iglesia no pueden meterse’, dijo alguien. Pero los agentes llegaron y empezaron a presionar. ‘Quieren tirar la puerta, la casa de Dios sitiada’, dijo una de las mujeres que atendía a los golpeados entre las bancas.

Tomaron el edificio de al lado y dispararon desde la azotea, contó la secretaria de la Coordinadora Estudiantil Universitaria. Afuera algunos respondían a la policía. Desde el último piso de la Casa Lara también apuntaban más agentes.

SUMAN VÍCTIMAS

Un joven herido en Buena Vista, seis heridos de bala en el cuarto de urgencia del Hospital Manuel Amador Guerrero: dos de gravedad. Una niña herida en la comunidad de Santa Rita, en Sabanitas.

Según el médico de urgencias del hospital, Mariano López, la situación es tan complicada que solo recibieron los heridos que normalmente reciben en una semana: ‘Sumamos las víctimas de casi un mes en cuatro días’.

La represión fue constante en otro día de terror para Colón. En La Feria allanaron las viviendas y sacaron a los jóvenes de sus casas, en Puerto Escondido tiraron balas y cortaron la luz en toda la Transístmica. Ellos, otra vez, prometen resistir.
 http://www.laestrella.com.pa/online/impreso/2012/10/23/represion-y-terror-constantes-en-colon.asp

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